Hospedaje rural y huespedes

Cuendo se llega al Pépil, en seguida llama la atencion de la dulzura del lugar. El ladrillo rosa de las paredes, las  vides que se extienden mausamente por los
alrededores, la abundante flora, el perro que se alegro al ver a la gente, todo esto contribuye a dar paz al lugar. Muy rapidamente, se descubre que uno esta
en una granja cuando se oyen las aves y el burro que anden para acoger a los huespedes. Ahi, la yegua Afia junto a dos burros conviven con las cabras. Cuando
las cabras nacen cabritos, el ambiente no puede ser mejor.Por supuesto de que el perro quiere impresionar a la gente, pero la yegua o los burros hacen todo
para que se sosiegue.
En el corral  la mayoria de las  aves estan presentas. Hasta hay paro real. Por otra parte, el gallo se encargo aunque no siempre con exactitud de informar a la
gente que ya es hora de levantarse.
Por fin, Gaston, el palomo les lleva a visitar los campos de mais, de trigo, los melones y las vides.
En el momento de irse, un pichazo en el corazon le haga comprender que se ha encarinado a este mundito y a su modo de vida.
Marie-José, duena de los lugares, le explica a diario y con pasion, los codigos de los animales, su manera de cuidarlos y de amarlos.